Los tipos de problemas de olores experimentados en el país pueden ser influenciados por las particularidades del clima y por los recursos naturales disponibles en cada una de las regiones del país (Plusgener, 1999). Lo anterior es relevante al momento de gestionar las áreas aptas para el emplazamiento de las actividades que potencialmente representen fuentes de olores. Para ejemplificar, se considera que dentro de los factores meteorológicos, la dirección predominante del viento constituye un factor importante para determinar las distancias y orientación en las que deban emplazarse las fuentes de olor con respecto a los centros poblados.
Dentro de todos los establecimientos, se identifican a nivel país al menos 12 actividades potencialmente emisoras de olor, las que son susceptibles de generar molestia, de acuerdo a las particularidades en el tipo de emisión, dispersión y respuesta del receptor.
Entre las actividades potencialmente generadoras de olor se encuentran;
- Crianza y engorda de animales
- Curtiembres
- Fabricación para alimento de animales
- Fabricación para productos lácteos
- Plantas faenadoras de animales y mataderos
- Fabricación de celulosa
- Plantas procesadoras de productos del mar
- Talleres de redes
- Refinerías de petróleo
- Sitios de disposición final de residuos
- Sistema de Tratamiento y/o Disposición de residuos líquidos
- Planta de recuperación de molibdeno
Si bien éstas no son las únicas actividades generadoras de olor, corresponden a las principales fuentes que ya sea por su volumen, formas de operación, cercanía a zonas residenciales, duración de los eventos, entre otros factores pueden generar molestia a la población.
Según el estudio “Antecedentes para la Regulación de Olores en Chile”, ECOTEC 2013, (ver estudio aquí) se han identificado alrededor de 2.000 establecimientos pertenecientes a las actividades que potencialmente generan olores molestos (ver mapa).
Mapa nacional de ubicación establecimientos potenciales generadores de olor según actividad
Fuente: ECOTEC 2013